La campaña Finding Fariña, del Gremio de Libreros de Madrid, recibió el pasado octubre el Oro a la Mejor Campaña Regional y Local de los premios Eficacia 2018, otorgados por la Asociación Española de Anunciantes. Fariña, el libro de Nacho Carretero que narra la historia del narcotráfico en Galicia y que fue publicado en 2015, sufrió un secuestro cautelar a petición de una de las personas citadas en el texto. Las autoridades decidieron censurar la obra, pero la oposición del Gremio de Libreros de Madrid no se hizo esperar y crearon una campaña y una herramienta digital de la mano de la Agencia DDB para defender la libertad de expresión y que la novela de Carretero siguiera a disposición del ciudadano.

Crónica de una censura anunciada

El 21 de febrero la Jueza Alejandra Pontana adoptaba las medidas cautelares de secuestro del libro y prohibición de la impresión y comercialización de nuevos ejemplares. La razón: la demanda que el exalcalde de O Grove (Pontevedra), José Alfredo Bea Gondar había interpuesto al autor y a la editorial, Libros del K.O., por supuesta vulneración de su derecho al honor.

El secuestro judicial provocó el conocido “efecto Streisand” y la fama de Fariña se multiplicó de manera exponencial; los ejemplares impresos se agotaron en pocos días y se disparó el tráfico de las versiones en epub y PDF.

Y “El Quijote” liberó a Fariña

Cuando ya no hubo forma de acceder al texto, apareció “Finding Fariña”, una página web que, a través de un algoritmo, rastrea nuestra obra más universal. “Un equipo de comunicación nos ofreció la posibilidad de hacer esta historia a través de una herramienta digital que lo que hace es buscar las coincidencias de las 70.000 palabras que componen el texto de Fariña, todas contenidas en El Quijote”, explica Fernando Valverde, secretario de la asociación Librerías de Madrid.

Para Valverde, la elección la obra de Cervantes “era la coartada perfecta para mostrar que  El Quijote también sale en defensa de Fariña, porque al final no deja de ser un libro de muchos libros”. No se trata de una plataforma online para leer la obra retirada, sino de “una metáfora sobre lo disparatado que resulta intentar secuestrar un libro en tiempos digitales”.

La web extrae las palabras de manera que el lector pueda leerla desde su ordenador o su móvil. Desde www.findingfariña.com se invitaba a los usuarios a leer el libro sin incumplir la resolución judicial. En una semana la página recibió 60.000 visitas y un alcance de 19 millones de impresiones en más de 130 países, lo que llevó a las autoridades a censurar también la web.

El secuestro editorial es una medida excepcional en democracia, que llevaba más de una década sin aplicarse en España. Desde que se produjo el secuestro de Fariña, el Gremio de Libreros mostró su disconformidad por considerarla “una medida que socaba el derecho a la información ya la cultura” y optaron por esta campaña, que le ha valido el reconocimiento a DDB como Agencia del Año, y que ha demostrado, como dice el eslogan de la campaña, que “pueden secuestrar los libros, pero no las palabras”.